EL ADIOS DE "MISIAS, PERO VIAJERAS"

No pensé que el cierre de un canal de YouTube me haría reflexionar tanto sobre la fugacidad de los proyectos en internet. Daniela y Fátima, las carismáticas creadoras de "Misias, pero viajeras" , anunciaron el fin de su canal tras nueve años, y aunque su decisión es comprensible, incluso necesaria, duele. Duele porque evidencia una verdad incómoda: las plataformas digitales nos acostumbran a la permanencia ficticia, a creer que los creadores de contenido deben sacrificar su evolución personal por la demanda constante de un público que, aunque amoroso, es insaciable. El video de despedida, cargado de emoción, no fue un capricho, sino el resultado de un proceso de dos años. Ese detalle es crucial. No se trata de un agotamiento repentino, sino de la maduración de una idea que muchas veces negamos: nada en internet es eterno, ni siquiera los proyectos más auténticos. Daniela y Fátima lo admitieron sin rodeos: les costó soltar. ¿Y cómo no les iba a costar? Su canal nació como u...